Condiloma: conoce las alternativas de tratamiento
Condiloma
Condiloma, también conocido como verruga genital externa (VGE), son infecciones de transmisión sexual, causadas por el Virus del Papiloma Humano (VPH) 6 y 11. El VPH infecta a las células escamosas del epitelio de la mucosa anogenital, mucosa oral. Actualmente se han descrito más de 180 serotipos diferentes de VPH.
Entre los serotipos de alto riesgo está el 16 y 18 con alto potencial oncogénico asociados a desarrollo de cáncer de cuello uterino, pene, ano y carcinoma nasofaríngeo. Por otro lado, los serotipos de bajo riesgo 6 y 11 que poseen bajo riesgo oncogénico, y son los responsables del desarrollo de hasta un 95% de condiloma o verruga anogenital tanto en mujeres como en hombres.
En la mayoría de los casos, la infección por el VPH es asintomática y el sistema inmune mantiene la infección por el VPH indetectable durante 2 años o curan espontáneamente. No obstante, una de las manifestaciones clínicas más frecuente es el el desarrollo de condiloma que se transmiten por contacto directo de piel o mucosas, a partir de una pareja que presente condiloma visibles o subclínicos.
Factores y conductas de riesgo para la infección por el VPH
-Número elevado de parejas sexuales.
-Edad temprana de inicio de vida sexual.
-Consumo de tabaco.
-Coexistencia de otras enfermedades de transmisión sexual.
-No usar preservativos.
-Inmunosupresión.
Síntomas clínicos del condiloma
Los síntomas del condiloma varían en función de la localización, número y tamaño de las lesiones. En algunos casos, se ha evidenciado prurito, leucorrea, sensación de incomodidad, sangrado y dolor en el tracto genital inferior y área perianal. En la mucosa del cérvix o vagina la sintomatología suele ser ausente y en el área vulvar, los condilomas pueden manifestarse mediante prurito, hipersensibilidad de la zona, ardor, dolor o sangrado ocasional. Por otro lado, si los condilomas se presentan en el meato uretral pueden llegar a causar micción por obstrucción .
Diagnóstico de condiloma
El diagnóstico se basa principalmente en la exploración clínica. Frecuentemente en las áreas vulvar y perianal los condilomas tienen presentaciones variables. Sin embargo, suelen aparecer entre 1 a 15 lesiones con un tamaño de 1 y 10 mm cada una, sobreelevadas con superficies en forma de crestas o planas de color rosado por la hipervascularización. Con el paso del tiempo, la superficie de las lesiones va perdiendo el aspecto de cresta y se torna lisa, redondeada y con una coloración pigmentada similar a marrón y cuando predomina la queratinización se torna blanco grisáceo.
En la mucosa del cérvix y vagina, los condilomas suelen percibirse como una o varias lesiones sobreelevadas, de superficie rugosa de color rosado. A medida que evolucionan pueden observarse como placas de color blanco y máculas o pápulas hiperpigmentadas aunque no es muy frecuente.
Tratamiento de los condilomas o verrugas genitales
Existen múltiples opciones para el tratamiento de verrugas genitales que van desde la observación a varias técnicas terapéuticas, entre los cuales destacamos:
-Agentes citotóxicos
-Podofilotoxina
-Ácido tricloroacético (ATCA)
-Agentes inmunomoduladores
-Imiquimod
-Sinecatequinas (Polifenol E)
Tratamiento escisional
Consiste en la escisión de la lesión mediante el uso de bisturí o procedimientos electroquirúrgicos.
Tratamiento destructivo
Láser CO2:
Consiste en la destrucción de la verruga, que es la zona de evaporación de agua. Es una técnica muy útil en la remoción de la totalidad de las verrugas sobretodo en lesiones extendidas, ya que evita las cicatrices. Se hace en el consultorio aunque bajo anestesia local. Algunos de los beneficios de las técnicas con láser son: facilidad en el uso, rapidez de acción y control preciso de la zona tisular, destrucción muy localizada y segura, un mínimo daño de los tejidos próximos, permite el tratamiento de múltiples lesiones, resultados estéticos y funcionales, etc.
Crioterapia:
Se trata del uso de nitrógeno líquido, óxido nitroso o dióxido de carbono sobre la lesión una vez por semana para promover la destrucción de las verrugas mediante necrosis epidérmica y dérmica producida a bajas temperaturas (-196ºC). Se lleva a cabo entre 2 y 3 secuencias de congelación/reposo por cada sesión. El tratamiento tiene una duración final de 3 a 4 meses y se realiza cada 2-3 semanas.
Electrocoagulación diatérmica:
Emplea la punta de bisturí o una bola diatérmica para producir menos lesiones dérmicas. Requiere anestesia local previa y es útil para número limitado de condilomas.
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