Mioma Uterino: ¿qué es? y ¿por qúe se desarrolla?
Mioma uterino
Un mioma uterino
es un tumor benigno que aparece en el cuerpo uterino, y con menos frecuencia en el cuello o istmo. Estos miomas derivan de las células musculares lisas (miocitos) del miometrio (capa muscular intermedia del cuerpo uterino). El desarrollo de estas masas es de carácter multifactorial asociado principalmente con predisposición genética, influencia hormonal y diversos factores de crecimiento.
De acuerdo con Fábregues F y Peñarrubia J en un artículo de la editorial ELSEVIER “Los miomas uterinos son los tumores más frecuentes del aparato reproductor femenino. Se estima que aparecen en un 25% de mujeres en edad reproductiva y hasta en un 40% de mujeres en edad inferior a los 50 años”. A pesar de ser tumores muy frecuentes, se expone que aproximadamente un 30% de ellos son asintomáticos.
Los miomas pueden clasificarse de acuerdo a la localización de su aparición:
- Miomas submucosos: crecen parcial o totalmente dentro de la cavidad uterina. Puede ser de carácter asintomático (no producen ningún síntoma) o tener diversas manifestaciones como:
- Sangrado uterino anormal (las más comunes son la menorragia, es decir sangrado vaginal entre una menstruación y/o hipermenorreas, es decir menstruación muy abundante y con coágulos y/ o menstruaciones muy frecuentes).
- Dolor pélvico asociado comúnmente al sangrado.
- Infertilidad.
- Pérdida de la gestación.
- Miomas subserosos: crecen hacia el exterior del útero. Dentro de los síntomas característicos se destaca:
- Infertilidad.
- Síntomas de compresión sobre la vejiga (dificultad para orinar).
- Síntomas de compresión sobre el recto (estreñimiento).
- Dolores abdominales.
- Miomas intramurales: se ubican en la pared muscular uterina.
- Infertilidad (en caso de presentar un tamaño mayor de 5 cm y que lleguen a distorsionar la cavidad uterina).
- Dolor por la degeneración de un mioma.
- Miomas pediculados: puede ser submucoso pediculado o subseroso pediculado sostenidos por un tallo o pedículo. Un síntoma particular de la aparición de miomas pediculados es:
- Dolor asociado a torsión pedicular.
Factores de riesgo asociados al desarrollo de mioma uterino
Ortiz M, Matute A, Martínez N, exponen en Miomatosis Uterina, algunos factores de riesgo como:
- Raza: en varios estudios se ha mencionado una mayor frecuencia de miomas en mujeres de raza negra.
- Edad: entre mayor producción de hormonas sexuales, hay un mayor riesgo de padecer un mioma uterino . En este sentido, el riesgo puede disminuir entre 70 a 90% en mujeres con menopausia. De igual manera, se ha asociado la cantidad de hijos con un menor riesgo de su aparición.
- Historia familiar: en las familias con antecedentes de líneas directas, es decir; madres que hayan presentado miomas uterinos, hay una predisposición de 2.5% del desarrollo de mioma en la descendencia.
- Embarazo: se creía que debido a la gran carga de esteroides sexuales durante el embarazo, se producían los miomas uterinos. Sin embargo, según Fábregues F y Peñarrubia J “no puede hacerse una predicción precisa del crecimiento de los miomas durante la gestación”. De la misma manera exponen que “en cuanto al tamaño, los miomas de más de 5cm evidencian tasas significativamente aumentadas de amenaza de parto prematuro, desprendimiento prematuro de placenta y de hemorragias posparto”.
¿Cómo se lleva a cabo el diagnóstico del mioma uterino?
El diagnóstico se basa en primer lugar en el examen clínico ginecológico (el tacto vagibal que debe hacer el ginecólogo durante la consulta). Se complementa con técnicas de imagen para precisar la localización, tamaño, número de miomas y si hay o no compromiso de la cavidad uterina. Algunas de las pruebas pueden ser:
- Ecografía transvaginal: es un procedimiento que consiste en la inserción de una sonda a través de la vagina para evaluar a partir de imágenes, el estado del útero, los ovarios, el cuello y el área pélvica femenina. De esta manera, es posible localizar e identificar la ubicación y tamaño del mioma.
- Histerosonografía : se solicita cuando en la ecografía transvaginal se encuentra una imagen que puede comprometer la cavidad uterina y se desea precisar su origen para determinar el tratamiento. Consiste en instilar suero fisiológico dentro de la cavidad del útero para que sus paredes se separen un poco y luego de esto se hace una ecografía transvaginal. Al estar separadas las paredes, es mucho más fácil determinar lo que allí está pasando.
- La resonancia magnética pélvica: utiliza ondas para crear imágenes de la zona pélvica. No emplea radiación ionizante y se solicita en caso de duda sobre el origen de una masa pélvica (para saber si es un mioma o es una masa del ovario o de otro órgano intrapélvico).
- Histerosalpingografía: técnica que permite evaluar la integridad de la cavidad uterina y especialmente las trompas en pacientes con infertilidad.
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