Histerectomía total: ¿bajo qué condiciones se realiza?
Histerectomía total
La Histerectomía total consiste en una intervención quirúrgica donde se extrae completamente el útero y cuello uterino. Este tipo de procedimiento está indicado para mujeres que presentan principalmente fibromas, endometriosis, prolapso uterino, sangrado anormal, dolor pélvico crónico, entre otras causas.
Una histerectomía total puede realizarse a través de tres técnicas diferentes: vaginal, abdominal o laparoscópica. Cada una de éstas presenta ciertas ventajas y limitaciones. De esta manera, la técnica elegida dependerá principalmente del motivo de consulta y la situación de cada paciente.
Histerectomía vaginal
Este procedimiento quirúrgico se utiliza para extirpar el útero a través de la vagina en caso de propagación so uterino total (es decir que el útero esté completamente descendido). Durante la histerectomía total vaginal, el cirujano separa cuidadosamente los ovarios, las trompas de Falopio, los vasos sanguíneos y el tejido de sostén para extirpar correctamente el útero y cuello uterino, sin perjudicar órganos adyacentes.
Este tipo de intervención quirúrgica no deja cicatrices visibles, implica una menor estancia hospitalaria, menores complicaciones y una recuperación más rápida en comparación con la histerectomía abdominal y laparoscópica. Sin embargo, dependiendo el tamaño del útero y la presencia de adherencias es posible que no se lleve a cabo.
Histerectomía abdominal
La histerectomía total abdominal consiste en la extirpación el útero y cuello uterino a través de una incisión en la porción inferior abdominal. Este tipo de intervención permite al cirujano una mayor visualización de los órganos pélvicos así como la extirpación de úteros de gran tamaño o presencia de adherencias.
Este procedimiento puede dejar una cicatriz visible y conlleva a un mayor riesgo de complicaciones (infecciones, sangrados, lesiones de otros tejidos), más tiempo de hospitalización y recuperación en comparación de la histerectomía vaginal y laparoscópica.
Histerectomía laparoscópica
Durante la histerectomía total laparoscópica se introduce un laparoscopio a través de unas pequeñas incisiones en el área abdominal para visualizar los órganos pélvicos. El útero y cuello uterino son fraccionados con la ayuda de otros elementos quirúrgicos insertados por medio de otras incisiones. Este tipo de intervención facilita el diagnóstico y tratamiento de enfermedades como endometriosis y adherencias.
Así mismo, la histerectomía total laparoscópica deja cicatrices muy pequeñas, el tiempo de hospitalización y recuperación es menor y se reduce el riesgo de complicaciones como infecciones y sangrado en comparación con la histerectomía abdominal.
Existe además la histerectomía vaginal asistida por laparoscopía, donde el útero y cuello son extraídos a través de la vagina. Por último, la histerectomía laparoscópica de una sola incisión, se realiza la extracción del útero a través de una pequeña incisión abdominal. Las complicaciones, el tiempo de hospitalización y la recuperación de estas intervenciones son menores.
Indicaciones de histerectomía total
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Fibromas: se trata de tumores benignos localizados en el útero que aparecen frecuentemente durante la edad fértil. Los fibromas pueden manifestarse como sangrados abundantes, dolor pélvico intenso, dolor durante las relaciones sexuales y anemia. La histerectomía total abdominal es la más indicada para la extirpación de fibromas de gran tamaño.
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Endometriosis: es una condición en la cual el tejido que recubre el útero (endometrio) crece llegando a cubrir los ovarios, las trompas de Falopio, intestinos y otros órganos. En la mayoría de los casos se manifiesta a través de dolor, ciclos menstruales irregulares o sangrados abundantes.
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Cáncer ginecológico: la aparición de cáncer útero, cuello uterino, endometrio u ovarios o pueden ser indicaciones para una histerectomía. Frecuentemente, la histerectomía abdominal se lleva a cabo como tratamiento del cáncer de ovario. En otros casos, para el cáncer de cuello uterino o endometrio se realiza una histerectomía vaginal.
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Sangrado uterino anormal: en caso que presentes periodos irregulares, ciclos con sangrados intensos o muy prolongados que no hayan tenido mejoría con tratamientos o medicamentos, es posible que se requiera una histerectomía.
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Dolor pélvico crónico: se puede realizar una histerectomía cuando el dolor pélvico crónico está asociado directamente a una enfermedad uterina.
¿Tiene riesgos la histerectomía total?
Debido a que la histerectomía es considerada como uno de los procedimientos quirúrgicos más seguros, constituye la segunda cirugía principalmente realizada en mujeres en edad fértil. A pesar de esto, como cualquier otra intervención quirúrgica, algunos riesgos pueden incluir:
- Fiebre e infección.
- Dolor pélvico moderado.
- Sangrados después de la histerectomía total.
- Aparición de coágulos sanguíneos, principalmente en las piernas.
- Lesiones en órganos adyacentes.
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