¿Qué es y cómo estimular el punto G femenino?
Punto G femenino
El orgasmo también conocido como el clímax femenino aparece cuando la estimulación sexual local alcanza la máxima intensidad. Es posible experimentar el orgasmo a través de la estimulación del llamado punto G femenino ; una zona muy sensible ubicada dentro de la vagina, que responde a través del aumento del tamaño, permitiendo experimentar un placer mucho más profundo.
Previamente al orgasmo, durante el acto sexual se experimentan diferentes fases: inicialmente se encuentra la fase de excitación caracterizada por la imagen, fantasía, recuerdo y estímulo sensorial; en esta fase la estimulación del punto G femenino favorece la fase de meseta, en la que incrementa la perfusión sanguínea de la vagina facilitando la dilatación y lubricación, en acto repetitivo aparece la fase de respuesta, en la cual se genera la contracción de los músculos pélvicos, el útero y el ano produciendo el orgasmo y, finaliza con la fase de resolución que consiste en la sensación de satisfacción, la disminución de la perfusión sanguínea y retorno a la normalidad del tono muscular.
A pesar que la estimulación del punto G femenino produzca una amplia gratificación sexual, no necesariamente es la única zona que magnifica la respuesta sexual ante estímulos. Se ha descrito la estimulación del clítoris, el ano, el punto K, los pechos e incluso la mente como generadoras de contracciones intensas y rítmicas capaces de alcanzar el punto final o clímax.
¿Cuáles son los beneficios de estimular el punto g femenino?
Uno de los elementos más importantes antes de iniciar un acto sexual, es la adecuada estimulación. Muchas veces se suelen subestimar los juegos eróticos o una previa estimulación por apresurarse a la penetración conllevando a un deterioro de la relación de pareja, especialmente para la mujer. Por lo tanto, algunos de los beneficios de implementar la estimulación del punto g femenino son:
- Incrementa el placer sexual.
- Mejora el deseo y la confianza en la pareja.
- Al aumentar la excitación femenina; facilita la penetración y eyaculación masculina.
- Produce liberación de endorfinas y por ende, mejora el estado de ánimo y los niveles de estrés.
¿Cómo estimular el punto G femenino?
Una vez encuentres una posición cómoda, debes empezar a estimular el clítoris con suaves caricias, besos o palabras que permitan entrar en la fase de meseta, es decir, el aumento del tamaño y lubricación vaginal. Posteriormente debes introducir un dedo en el interior de la vagina aproximadamente 4 cm e iniciar con movimientos lentos y circulares. Mientras avanzas, introduce el dedo índice al mismo tiempo hasta penetrar en su totalidad.
A los movimientos circulares, deben acompañarse movimientos de arriba abajo. Mientras aumenta la excitación, debe incrementar la rapidez de los movimientos hasta lograr el punto más alto de intensidad hasta lograr el orgasmo. De igual forma, con la mano libre pueden dar leves toques en los pezones u otras partes sensibles del cuerpo para aumentar el grado de sensibilidad y excitación.
¿Por qué se produce la incapacidad de lograr el orgasmo?
La incapacidad para alcanzar el orgasmo generalmente se asocia a falta de interés en el sexo, las experiencias sexuales traumáticas y educación sexual represiva que producen un retraso recurrente o ausencia total de orgasmo después de una fase de excitación adecuada. No obstante, en algunos casos, consiste en un síntoma aislado en mujeres que experimentan excitación y deseo sexual satisfactorio.
La disfunción orgásmica puede producir extrema frustración, angustia, deterioro de la relación de pareja y en general afecta la calidad sexual de la mujer. Ésta se puede clasificar a su vez en:
- Primario: consiste en la ausencia de orgasmo con deseo sexual normal. Por lo general, hace referencia a la mujer que nunca ha experimento un orgasmo. La incapacidad para alcanzar el orgasmo, puede deberse a una inadecuada educación sexual, inexperiencia, expectativas poco realistas, mala comunicación de pareja, represión cultural, historial de abusos, etc. En la mayoría de los casos el asesoramiento psicológico, la educación y la seguridad sobre el comportamiento sexual son fundamentales para el tratamiento de este trastorno.
- Secundario: por lo general, se asocia con un reducido deseo o excitación sexual; aunque las causas son similares al primario, puede ocasionarse debido a otras enfermedades como la cirugía pélvica, toma de medicamentos (antidepresivos), etc.
- Disfunción orgásmica situacional: se produce cuando la mujer puede alcanzar el orgasmo a partir de masturbación o estimulación, sin embargo no puede hacerlo con la penetración. Asimismo, puede variar de acuerdo con una pareja u otra, siendo éste un indicador de relación disfuncional.
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